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EL TEJAR DE CAÑATAZOR "DESDE LA DISTANCIA DEL RECUERDO"

 
Cercanos a la esencia de su historia, de su razón de ser, y haciendo ya sin saberlo un trozo de tiempo por venir, hemos hecho de este antiguo tejar una morada llena de recuerdos.

Con el orgullo por la herencia ancestral intacto, los sucesores de los primeros alfareros trabajaron con sus manos a orillas del Cerro Castejón. La luz de la Alcarria bañaba cada día la tarea de moldear pieza a pieza, baldosas de barro que sufrían después una lenta cocción. Bebían del arte de todos los tiempos para proyectarlo hacia el futuro, conviviendo con todos los valores de hoy sin renegar del ayer.


"Porque cuando el tiempo pasa nos queda la memoria,
sobrevive la esencia y nace un nuevo estilo".

Esta casa es un pequeño homenaje al hombre, al hombre de la calle, libre para lo divino y lo bestial, al que tantas veces en su pasar junto a las edificaciones se le ha empequeñecido por  el encumbramiento de estas, rebajado por altas escalinatas, minimizado y excluido por orgullosos muros, deslumbrado por blanqueadas paredes, aminalado por esbeltas columnas, encorvado por altivas miradas,  reducido por bochornosas ostentaciones, enrojecido por insultantes lujos,  avasallado y echo de menos por una arquitectura  que se ha prestado impropiamente para enaltecer a su efímero dueño ó a su autor y no al alma de quien la mira ó a la belleza del entorno natural que la rodea. También lo es digo, un homenaje a la naturaleza, a la Creación, bella y bestia, ó bestia y bella, maltratada en unas por el propio hombre  y maltratadora de este en otras. En medio, intentando defender al hombre  de  su entorno  sin  por ello agredirlo, - más bien honrarlo-  surge  esta  arquitectura servicial, cabizbaja,  ciega, sencilla ante los dos, reconociendo las virtudes de ambas y los defectos propios, porque al contrario de esta casa, ambos, hombre y naturaleza están hechos directamente por la mano de Dios, y a quien primordialmente como Creador de ellos se rinde ciegamente la casa.

A un grupo de estudiantes de escuela primaria se les pidió que listaran lo que ellos pensaban eran "las 7 Maravillas del Mundo moderno ó actuales."
A pesar de ciertas diferencias, los siguientes fueron los que recibieron más votos:
1.    Las Pirámides de Egipto
2.    El Taj Majal
3.    El gran cañón del Colorado
4.    El canal de Panamá
5.    El Edificio Empire State
6.    La Basílica de San Pedro
7.    La Gran Muralla China


Mientras contaba los votos, la maestra notó que había una niña que no había terminado de listar sus sugerencias, así que le preguntó si estaba teniendo problemas con su lista, a lo que la niña respondió:

"Si, un poquito. No puedo terminar de decidirme pues hay muchas".
La maestra entonces le dijo: "Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar".

La niña lo pensó un instante, pero luego leyó: "Yo pienso que las siete maravillas del mundo son":

1.    Poder ver..
2.    Poder oír...
3.    Poder tocar
4.    Poder probar
5.    Poder sentir...
6.    Poder reír
7.    Y poder amar" 
 “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has escondido cuidadosamente estas
cosas a los sabios e intelectuales
 y las has revelado a los pequeñuelos.
 (Lucas 10.17)